Desgraciadamente, hasta ahora, el ritmo de deterioro ambiental en nuestro país es preocupante, tan sólo basta echar un vistazo a las cifras para corroborarlo: en el año 2006, 45% del territorio nacional padecía algún tipo de degradación; más de 2 mil 500 especies estaban amenazadas y 14 mil muertes al año se asocian hoy con la mala calidad del aire. El 15% del territorio, el 68% de la población y el 71% del Producto Interno Bruto (PIB), se encuentran en riesgo por la extrema vulnerabilidad del país a los impactos del cambio climático. Por otro lado, 104 de los 653 acuíferos del país están sobreexplotados, 75% de 718 cuencas hidrográficas están contaminadas y la sobreexplotación del agua alcanza 6.5 km3. También hemos perdido el 34% de la reserva original de bosques y selvas; la tasa de pérdida anual de manglar es de entre 1 y 2.5% y de seguir esta tendencia, para el 2025 habremos perdido la mitad de la superficie total.
Ante este escenario, necesitamos fomentar una nueva educación ambiental, mitigar los daños ecológicos e implementar un modelo de desarrollo sustentable, capaz de preservar nuestro hábitat y el patrimonio natural. En este empeño es fundamental arraigar una nueva cultura del agua en la sociedad y hacer efectivo su acceso y preservación para el ejercicio de un derecho humano.
Fuente:
http://www.gerardoromo.com.mx/2013/01/04/el-desarrollo-sustentable-es-una-lucha-por-la-justicia-social-y-por-un-futuro-viable/
Ante este escenario, necesitamos fomentar una nueva educación ambiental, mitigar los daños ecológicos e implementar un modelo de desarrollo sustentable, capaz de preservar nuestro hábitat y el patrimonio natural. En este empeño es fundamental arraigar una nueva cultura del agua en la sociedad y hacer efectivo su acceso y preservación para el ejercicio de un derecho humano.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario